Cuentos completos: Enrique Martín

Un poeta lo puede soportar todo. Lo cual equivale a decir que un hombre lo puede soportar todo. Pero no es verdad: son pocas las cosas que un hombre puede soportar. Soportar de verdad. Un poeta, en cambio, lo puede soportar todo. Con esta convicción crecimos. El primer anunciado es cierto, pero conduce a la ruina, a la locura, a la muerte.

Así empieza este relato que le dedica Bolaño a Enrique Vila-matas. Un inicio bravo. Una de esas afirmaciones que bien seguro cualquier fan de Roberto se sentirá, como yo, ensanchado de ilusión, de ganas de vivir, de escribir y leer. Un poeta puede soportarlo todo…

En este relato tenemos a Arturo Belano aventurado en Barcelona, escribiendo relatos gamberros, atacando a escritores exitosos, procurándose un sitio en el mundo literario reservado a los polémicos, a los valientes, a los poetas. Pero curiosamente él no es el protagonista, lo es Enrique Martín, nombre tras el cual se oculta el escritor Enrique Vila-matas. Es marca de la casa Bolaño ofrecer una visión lejana de un protagonista a través de un narrador que no lo conoce mucho y tiende a tener una perspectiva sesgada por sus emociones y situación propia. Enrique Martín tiene cierto éxito, al menos gracias a un ascenso en su trabajo de oficinista en el puerto de Barcelona. Como escritor se entrega totalmente a sus obras. Escribe poesía en castellano y en catalán y claramente es un mal poeta. Sin embargo está bien orgulloso de sus poemas por malos que sean.

Aquí empieza la desolación. Y es que en este relato Bolaño explora la rivalidad en lugar de la amistad en el interior del mundo literario. Martín crea una revista donde publica sus poemas y de sus amigos. Belano se queda fuera por petición de otro poeta chileno con esta afirmación: Dos chilenos son demasiados chilenos para una revista de literatura española. Enrique visita a Belano y le muestra sus poemas, éste solo le habla bien de uno de ellos y sospecha que Enrique sabe que miente, que en realidad no le ha gustado ningún poema. La vida separa a los dos “amigos” un tiempo. Belano mantiene una relación tempestuosa con una Mexicana. Creo que en este cuento todo lo que no tiene que ver con Enrique Martín es 100% real y Bolaño decide compartirlo como parte de sus recuerdos y para construir un contexto. Sospecho de ello por el hecho de que literariamente no es tan verosímil como nos puede tener acostumbrados a los lectores,es demasiado real y poco florido de ficción o eso percibo.

La relación entre Arturo y Martín se mantiene en un punto de tensión y relativa amistad constante llegando a su culmen cuando Arturo Belano publica una novela, ya viviendo en una masia en Girona. Enrique envía una misteriosa carta a Arturo usando un papel de invitación a un cócktel para celebrar la presentación de la susodicha novela. Cosa que demostraba que el corresponsal había sido invitado. Por supuesto, Belano no se presentó y esa carta no está firmada, es anónima, pero Belano no tiene ni la menor duda de su autor: Enrique Vila-matas, digo Enrique Martín. Enrique lee la novela en tiempo récord, en menos de una semana de su publicación ya la ha leído y publicado una reseña en el periódico. Belano se sorprende, se asusta incluso, pues esto lo lleva a pensar y sobrepensar qué significa eso, qué opinión real tiene Enrique de él y su obra. En la reseña, Martín es muy generoso, amable y lanza elogios a tutiplén. Elogios que Belano más que alegrarle le hacen sospechar hasta llegar a la paranoia. Se ve que Belano crea un personaje basado en Martín y critica su obra. ¿Se habrá dado cuenta? Sí, seguro que sí, es más, está preparando una trampa para destruirle. Lo que además se le añade la criptografía, la poesía criptográfica expresando los misterios con números como lo haría un matemático. Todo lo que termina como una tragedia acaba irremediablemente como un problema criptográfico.

Me fascina este relato. Bolaño expresa las retahílas entre autores, el uso político de la literatura y los enormes efectos que puede provocar la ficción en la realidad. Belano le da paranoia el hecho de que Martín haya leído su novela, le afecta gravemente, lo conduce a necesitar hablar con él y ese objetivo es el centro y el motivo de la segunda parte del relato donde toma un tono más oscuro y misterioso. De los cuentos leídos hasta ahora quizá este es el más misterioso y complejo sin pormenorizar la calidad de los anteriores. Y hasta aquí quiero contar, pues luego sucede un abandono en el centro de el punto en literatura, un abandono o quizá mejor dicho una ruina, porque un poeta lo puede soportar todo aunque ese camino conduzca a la locura.

Desde que conocí a Bolaño descubrí algo superior en la literatura. Hasta ese momento me parecía un mundo más pequeño, menos poderoso (sobretodo eso) y lo que más me interesaba era el juego que da para la imaginación, la sensación de creador al escribir, el poder expresar lo que una conversación no suele permitirte y así sonsacarle un uso terapéutico o incluso un gran aprendizaje cuando logras un monólogo interno fluido más allá de la propia mente, consiguiendo que te entiendas mejor, ofrecerte la oportunidad de desarrollar un pensamiento o muchos de ellos de modo entendible y compartible para los demás. Lo cual es magnífico. Pues con Bolaño, además, descubrí el inmenso poder que tiene la literatura y su enorme capacidad de efecto en el mundo. Este relato expresa muy bien esa esencia de la ficción imitando a la vida y la vida que aprende de la ficción creando un uróboros bello y transformador.
Leyendo este relato también me puse a pensar en Vila-matas y su relación con Bolaño. ¿Cómo es la amistad entre escritores? En mi experiencia personal, la metaliteratura va implícita en las relaciones entre escritores, pero a decir verdad lo vivo mayormente unilateralmente (de mí a los demás). En cambio parece que en Bolaño era más común… o eso creo. Puede que Bolaño empujara a los escritores que se relacionaban con él a vivir la literatura como él, como un mundo inseparable del mundo… Vila-matas parece de los autores que más afinidad tenía con esa idea de unidad de ficción y realidad como lo vivía Roberto y por eso y por todos los motivos, debo y quiero leer a Enrique Vila-matas y lo haré próximamente.

A pesar de todo lo dicho, no dudo ni por un segundo de la fuerte amistad que unía a Roberto y Enrique. Yo, por ejemplo, escribí un relato donde mi personaje principal asesinaba a un buen amigo mío en la presentación de una novela suya. Al final, está claro para mí que dominar la ficción implica enviar mensajes distintos con ella que los que se muestran en su primera línea. Es decir, cuando escribimos ofrecemos muchas lecturas además de las que añada el lector y todas ellas forman parte de la literatura.

<<Las demás cartas, muy espaciadas, eran de poetas sudamericanos perdidos en sudamérica con quienes mantenía una correspondencia irregular, entre abrupta y dolorosa, fiel reflejo de nosotros mismos que comenzábamos a dejar de ser jóvenes, a aceptar el fin de los sueños.>> (¿Nace con esta frase los detectives salvajes?)

Bien, me acabo de dar cuenta que he mezclado la trama de este relato con el siguiente. En lugar de reescribirla voy a mezclar la historia del siguiente relato: Una aventura literaria con Enrique Martín para hacer un par de reseñas frankenstein, lo cual me parece más interesante que reescribirla.

¿Qué os parece eso, queridos lectores?

Por último quiero dejar en claro una cosa. Todavía no he leído a Enrique Vila-matas… Cosa que remediaré tarde o temprano.

Seguiremos con la reseña de Una aventura Literaria. Puedes leer la reseña anterior, Henri Simón Leprince aquí.

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