El Mochuelo, en Bidon

Reseña del relato El Mochuelo en Bidón City, de Antonio Marcelo y publicado por la Editorial Niña Loba.

Los relatos de Niña Loba son deliciosamente seleccionados, cosa que notaréis conforme os animéis a ir leyendo algunos, algo que tenéis servido en bandeja de plata gracias a tenerlos publicados en la plataforma Lektu, a precio libre, es decir tú eliges cuánto pagas por ellos, desde cero euros a las llaves de tu coche. Lo habitual es descargarlo por cero euros y luego regresar a comentar lo horrible que es y las pesadillas que te ha provocado y abonar seis euros como señal diabólico. O juégatela y paga de entrada unos euritos y haz feliz a toda esa gente que se deja la salud escribiendo, editando y publicando.

Pero empecemos a hablar del relato.
He de decir que entré en él engañado, pensando que era un relato ambientado en un mundo postapocalíptico y que habría tiros, muerte, gasolina, peleas, escopetas cutres y fuego. Pues nada de eso. El título describe mejor de lo que parece el relato al mencionar a Mochuelo, de nombre Daniel, protagonista a la novela que hace referencia, El camino de Miguel Delibes. Algún día debería releer el libro, pues tiene mucha miga y es el primer libro que recuerdo haber leído y disfrutado, quizá uno de los gérmenes de que más adelante me diera por escribir. El camino narra la historia de un niño, sus amigos y los vecinos de un pequeño pueblo donde crece y parece que todo está pensado para perdurar como la Comarca de los hobbits, pero Daniel el Mochuelo consigue salir del destino de sus carriles y decide ir a la gran ciudad a estudiar y arriesgarse a lo que sea, a un cambio en las reglas, una perturbación en la línea recta prefijada.


El protagonista de El Mochuelo en Bidón city es el Mochuelo, que se llama Luis Andrés, hijo, esta vez no del quesero sino del narcotraficante del pueblo, cambiando el atrezo pero conservando el espíritu explorador de Daniel, esta vez atado a la lectura. Aunque la historia no se plantea así, sino que ofrece múltiples giros, siendo el protagonista que te presentan un hombre mayor, que busca un lugar donde terminar sus días. Un canoso hombre que amontona libros en su caravana, un inmigrante que fue legal mucho tiempo pero ya no y ahora solo le queda Bidón city como último refugio.

Reconozco que al principio seguía sin saber qué esperar del relato y poco a poco le fui encontrando el punto, mucho más literario de lo que pensaba en un inicio, con menos acción pero a la vez con unas pinceladas precisas de la misma, como esa vecina descolgando la ropa en plena lluvia de fango, bronceándose de un modo normalmente no apetecible. Paco Paredes, el entrañable narrador es un ser que induce ligeramente a la lástima pero a su vez se le nota que lo mejor de su vida ya fue y no por ello su final, aunque más penoso y brillante, sigue teniendo un valor en su lugar donde esta y sigue haciendo lo que quiere, consiguiendo libros, compartiéndolos… la verdad es que Paco Paredes podría ser sin problemas un personaje genial en mi novela Un universo compartiéndose… quizá lo sea, de algún modo. Le agradezco a Antonio Marcelo haberlo escrito e inspirado a un chavalito entrando en años como yo que aún no ha podido fracasar como escritor como sí lo ha hecho Paco Paredes sin renunciar en ningún momento a vivir literariamente, porque eso siempre se puede hacer mientras así lo quieras, leyendo y compartiendo. No es el caso de Antonio Marcelo, que claramente está en el mundo literario en calidad de escritor, y por ese relato ya me siento cómodo de afirmar que es bueno, un buen escritor e interesante y accesible. Me atraen sus novelas, de las que Paco Paredes hace alguna mención, lo cual siempre me encanta, la meta-literatura es maravillosa, y aquí, en Bidón City la hay y de gran calidad.

Paco Paredes arrojó los posos de café sin molestarse en leer el futuro que dibujaron sobre la tierra recién regada, dejó la taza encima de los libros y siguió embebido en su lectura,

un librito sobre las andanzas criminales de un cirujano enajenado al que apodaban el Vendado en la Galicia del siglo XIX, hasta que el petardeo insoportable de una moto le hizo alzar la cabeza con fastidio.

No os perdáis este viaje, venid a ver Bidón city y su misteriosa forma de subsistencia, porque viven apartados de la ley pero no sin ella, quizá la constitución estadounidense no ha llegado al pueblo pero sí hay normas estrictas para vivir en Bidón city y todos deben cumplirlas.

Por último quiero recomendaros que echéis un ojo al blog del autor y ya sabéis, leed mucho, leed bien.

El Mochuelo, en Bidon

Rango: Por dinero, pero bien

Rango es una película de animación de la Paramount, así que esta vez no linkearé creadores por mis cosas de no colaborar con empresas acaparadoras de mercado cultural. Pero mira, me vi su peli, ja.

Bien, si me he animado a reseñar está película es por dos motivos importantes:

1.- Es un tipo de animación poco común en estos tiempos, donde no se endulza la imagen (tampoco es que sea amarga). Los personajes son feos, todos ellos, incluso la mujer que se enamora del protagonista (algo que ocurre rápidamente y absurdamente, cosa que mola por el siguiente punto.

2.- Es un camino del héroe más, PERO, te lo narran literalmente, contando los puntos por los que transcurre cualquier historia con las mismas características, dando como un aire a crítica del modelo.

El camino del héroe es un modelo de historias que funciona super bien con el gran público. Siempre se trata de una historia agradable, empatizable y con un gran sentido de la superación. En muchos puntos donde alguien desconocido y más o menos marginal acaba siendo reconocido por toda su sociedad y venerado como un gran personaje, suele terminar venciendo a un enemigo del colectivo y resolviendo una graaan crisis colectiva. Él solito aunque reciba ayudas. Todo así, muy grande.

Rango, concretamente, es un lagarto sin identidad propia (porque es una hoja en blanco) y está solo en la vida. De algún modo, es un tipo de creador enfrentándose a un inicio. Como vive en el desierto de Mojave, no tarda en inspirarse por el entorno e inicia su aventura montando un western con un cierto aroma postapocaliptico, y mete todos los ingredientes de manual. La chica de quien enamorarse, el conflicto social, el villano y sus secuaces, el toque de misticismo con su clasiquísimo mentor y la suerte que lleva el protagonista a pasar de ser un cobarde a superarse a sí mismo y vencer las adversidades. Ah, y muuuchas referencias del cine más conocido. Desde miedo y asco a las vegas a piratas del caribe e incluso con una persecución que podría ser la carrera de carros voladores de Star Wars. Y es que el actor de doblaje de voz es nada menos que el protagonista de ambas pelis mencionadas a parte de otros miembros que participan en los metrajes; todo queda en familia.
Por sus formas, la película me llevaba a pensar a menudo en el momento de escribir el guión. Yo creo que nació después de ver Fear and Loathing, que sin duda alguna es la obra que más a inspirado a Rango. El protagonista, llevando la misma camisa y con el cuello torcido al igual que la portada lisérgica de Fear and Loathing. Hay una escena de miedo y asco, donde el Jonnhy Deep alucina unos lagartos en un bar… y uno si no recuerdo mal está hablando de golf… definitivamente ahí sale la semilla de Rango.


Lo que aún no había visto yo es esa sensación de hastío de un artista reflejada en su obra, haciendo lo suyo por dinero de una forma tan marcada… encontrándose contando sus trucos, desvelando lo que muestra descaradamente porque claro, ya lo ha hecho muchas veces, ya se ha hecho miles de veces… Es que de verdad, incluso hay algunos pasos del camino del héroe que están hechos como con prisa y aburrimiento, como el romance. Quizá lo mejor logrado es la parte final, la marcha hacia el sol de cara en solitario, donde el héroe vuelve a quedarse sin identidad propia para ser solo el héroe de la gente y nada más… me parece que logra cambiar la perspectiva de la película y remarcar que en realidad es una crítica pero como cumpliendo con lo exigido por los que ponen el dinero.
Una vez más, es la misma historia pero con otro atrezzo… ¡Pero que pasada de atrezzo! Ahí empiezan las cosas buenas. Y es que visualmente me parece una película deliciosa, realmente hermosa. Cada personaje tiene su caracterización pulidísima y atractiva a su modo desde la fealdad, que eso es lo mejor, pero como digo, por fuera, el dibujo está muy bien, en cuanto la personalidad ya flojean todos, pues son arquetipos clásicos y ya. En especial las escenas de soledad de Rango son las mejores para mi, logrando sacarle mucha belleza a la imagen y empatización con la mayoría de creadores que trabajen solos.

¿La habéis visto? La recomiendo para una tarde de domingo, manta y palomitas. Hans Zimmer pone la banda sonora, nada más que añadir.

Rango: Por dinero, pero bien

El nido de Hubris

Un relato escrito por J.V. Gachs, publicado en Lektu en la colección de relatos de Niña Loba editorial.

Ay, peña, que bonito relato con tanto contenido bien metido. ¿Qué pasaría si alguien inmortal se muriera? ¿Qué haría su familia con él? que no dispone de ningún método funerario pues… nunca han usado uno. Tremendo y profundo relato que explora la vida, la muerte, sus significados, la transcendencia, el aburrimiento existencial…

Creo que está será mi reseña más corta de los relatos publicados individualmente por Niña Loba, y no porque no tenga mucho que decir sino que hay demasiado; me iría por las ramas constantemente y quedaría una reseña kilométrica sin sentido. Así que intentaré evitar eso en la medida de lo posible.

La historia nos cuenta como la muerte de un ser inmortal perteneciente a una tribu de inmortales desmorona todo el funcionamiento social de la misma. Rompe el equilibrio perfecto encontrándose con un montón de cuestiones irresolubles cuando ya llevaban milenios repitiendo los mismos patrones de comportamiento con un éxito total, rotundo, absoluto.
Se trata de un relato clásico, con su inicio, desarrollo y desenlace. Con su momento de impacto que desenvuelve toda la historia a continuación y su lectura es super amena y agradable como montar en ferry o ir en tren un día soleado y apacible. Una delicia que he disfrutado mucho de leer en un bosquecillo que hay cerca de mi casa con el lujo añadido de escuchar los pájaros cantar. Los cuales me han dado como un envolvimiento extra para leer el final…
Me ha encantado que en este relato exista la idea del ciclo de la vida de muerte y resurrección, que queda a lo largo de toda la historia impregnado como un perfume suave y dulce. Es una de las cosas que no me gustaron del relato que reseñé anterior, mil muerte por lápida, aunque tampoco es que importara lo más mínimo, pues cada historia tiene su cosmología personal y adecuada y así debe ser y lo importante es respetarla tanto como autor de la obra (imprescindible) como lector de la misma (altamente recomendable). Para mi la muerte es solo el inicio obligado de otro viaje y es bello y perfecto que sea así… no hay más descanso que el que puedas proporcionarte asumiendo la idea del mismo, pues ni dormir es descansar solo es otra experiencia de vida.. ¿Veis? Ya desvarío… lo cual pensándolo bien, es uno de los regalos que ofrecen los relatos de este tipo, sencillos por fuera pero muy complejos y llenos de ideas enormes que te permiten darle vueltas después mientras paseas o te relajas tumbado en la hierba de un parque.

Las llamas flotaban alrededor del Hubris sin otro efecto que proporcionar una bonita iluminación púrpura…
J.V. Gachs

Retomando, Nido de Hurbis es un hermoso relato con una importante espiritualidad, buen humor, deliciosamente escrito por una autora filóloga clásica con unas iniciales misteriosas como una anglosajona que me intriga considerablemente…

En definitiva, una obra idónea para abrir la colección de relatos de Niña Loba, y seguro que eso mismo pensaron cuando tomaron la acertada decisión de publicarlo. Imperdible, corto y super agradable, te deja con un poso al que puedes recurrir las horas que desees y puedas darle vueltas a todo lo que te plantea.

¿Os gustaría ser inmortales? ¿Qué haríais en ese caso con el «tiempo inacabable» de vuestra existencia?

El nido de Hubris

El món segons Pla (relato en español)

Una entrevista imposible, esa es la que quisiera hacer hoy. Albert Pla y su abrazo al arte, tan tierno como fumar opio cómodamente tumbado en una cama. Lograr sacarle respuestas a Albert Pla es un acto heroico y exigente por su parte; él habla si quiere, si le caes bien, si te respeta, si le da el viento en una parte acalorada de su delgado y estético esquizofrénico cuerpo.

Así fue cómo pasó:

Me encontraba perdido. Yo, Diego María Botas Recio. Un mayormente humilde periodista musical. Así me suelo presentar, sin embargo y para mi vergüenza suelo ser: Diego, el yonkie ese mierda que rehuye sus deudas como un perro ladrón de su amo. O, una presentación más amable: el señor Botas, suele escribir mal, pero en un buen día, con la banda adecuada, te hace un entrevista publicable.
Así que perdido, después de un muy buen concierto, no tan memorable por sus formas y no por carencia alguna de calidad, de Los planetas o como la gente los conoce, nuestros queridos planetas…
Fui a mear, eso lo recuerdo. Se me cayó el… una cosa del bolsillo y me agaché a recogerlo pero no lo encontraba. Seguí el rastro de eso que se había roto un poco y perdía sustancia… lo encontré al fin, en la mano de un hombre que vestía con una andrajosa túnica marrón que no llevaría ni mi bisabuela la del campo. Y sí, lo creáis o no, la mano que sujetaba mi piedrita blanca era nada más ni nada menos que el hijo puta de Albert Pla.

Hombre Albert, le dije, tú por aquí, pensaba que con la familia ya no te liabas a ir a ver a otras bandas. Después de observar una oruga deslizarse por una hoja de roble, Albert me miró y me dijo, si, no salgo mucho del cau. Dijo, soy un hombre de familia. ¿Tú no eres Tito, no? me preguntó pero parecía hablarle a alguien detrás de mi. Me giré y comprobé que no había nadie, menos mal que ya bajó los efectos del concierto. No, yo soy Diego, te he visto en concierto decenas de veces, eres muy bueno, llevo tiempo queriendo hacerte una entrevista pero eres muy escurridizo.
Ahora tengo un rato, tío, aprovecha mientras me lio un cigarrito.
Esas son la clase de oportunidades que el señor Diego Botas Recio no deja escapar. Ahí voy entonces!

¿Qué me puedes contar sobre tu último libro, España de mierda? A mi me gustó bastante, podría ser mi vida, o la tuya o la de Julián de los siniestro total… o la de…
Si exacto, la de cualquier rockero español que se estime, eso quise escribir, una historia del rock en España, nuestra muy odiada España hecha un cristo… Sabes, la gente se levanta por la mañana y se pregunta que dirán en las noticias hoy. Yo, que no tengo ni televisión, me pregunto si habrá España hoy… me da que estamos a cada minuto a punto de estallar en e caos y la destrucción…

Está claro que nos odiamos mucho entre nosotros y solo nos vemos las diferencias para sacarnos los ojos…
Si, eso es. A mi me gusta la diferencia, como la que hay entre el bien y el mal o de ser así, o de ser catalán. ¿Tienes un filtro?

Pues no, pero toma un cartoncillo. Oye por cierto, esa piedra…
Ah claro, toma, ahora solo tomo caramelos, ya se lo dije a Broncano.

Gracias. ¿Sigue yendo a mover tu esqueleto que tan bien has cuidado siempre de él?
¡Claro!

¿Cómo están tus hijos? ¿Los llevas al colegio?
Después de un encenderse el cigarrito y pipar cinco veces tranquilamente me respondió:
Si, soy un gran padre. Los traigo a l’escola del somiatruites.

Una vez di gracias a Dios por permitir que artistas como tú les vaya bien y puedan seguir dándole emoción al mundillo de la música… Si todos fueran súper vendas a mi solo me quedaría el vicio…
Dímelo a mi. Si no fuera porque me dieron una oportunidad y de casualidad, la supe aprovechar, no me preguntes cómo, seguiría trabajando en el mercado y fumando porros todo el día, que por cierto, le compraba el chocolate a Estopa. Me encanta cantar.

Dime la verdad, ¿Jamás mataste a alguien?
No, jamás, ni tampoco me cubrí el cuerpo con purpurina, rosa, ni me subí a un campanario a gritar a esos hijos de la gran puta que me están jodiendo la existencia… Te lo juro Tito. El camino más salvaje no siempre implica muerte y drogas y rock and roll… mi camino me lo paso jugando por la calle, bailando a veces y cantando tanto como puedo.

Por último, Albert ¿a qué tienes miedo?
En mi obra de teatro musical lo explico muy bien… he escrito canciones bonitas que he aprendido a cantar y ahí están, volando por ahí. Bien, amigo, tengo que irme a columpiarme un rato antes de ir a hacerles la comida a mis hijitos.

Albert agitó la mano efusivamente para despedirme y me sonrió como un niño feliz e inocente… me di cuenta que se llevó la colilla del cigarrillo…
Está loco, pero también es adorable y lo queremos…

Notas con cariño:
Esto es un pequeño homenaje a un gran artista que adoro y admiro y quién le debo mucha inspiración y buenos ratos… Albert Pla es único y ojalá nos dure muchos años más creando desde lo profundo de su corazón inocente y puro y su mente retorcida y bizarra. PD: Pronto la reseña de su libro, España de mierda, que ya leí hace unos meses pero no encontré el momento de reseñarla.
Gracias a todas y todos mis queridos lectores por seguir ahí un año más, leyendo cosas poco comunes como las que intento compartir. Un abrazo sincero.

El món segons Pla (relato en español)