Una magna novela de realismo sucio y misticismo.
Bueno, esta es la segunda reseña que hago de la mujer de los pájaros porque por la gracia de WordPress, no se ha guardado la primera cuando ya estaba completamente terminada. Por mi forma de reseñar, en el caos, sin esquemas ni nada parecido, es irrepetible y se perdió en la nada. Me ha generado mucho estrés esto porque estaba orgulloso, es más, es la primera reseña después de muchas que estoy realmente satisfecho y no publico más por hastío de intentar hacerlo mejor. Esta vez, de verdad estaba feliz con lo que había escrito…
Segundo intento, ahí voy, y prometo que será aún mejor.

Iba Yemoja olugbe-rere
A mis amigos y a Indi, con todo mi amor.
Normalmente jamás compartiría la dedicatoria personal que hace un autor en su novela, pero este es un caso poco común, donde ya ahí, en la dedicatoria, antes incluso de las citas, se da pistas de lo que se viene. Una frase en un idioma desconocido para mi e intuyo que para muchas otras personas y dedicatoria a amigos, así de general y a Indi, que bien seguro tiene que ser una persona muy especial… el idioma aún no sé cual es ni que significa, pero sé que está relacionado con la santería afrocubana, las tradiciones de curanderas heredadas de los esclavos traídos de África. Lo cual le da una capa de misticismo a la obra hermosa y misteriosa. Y luego los amigos… la amistad… como me explayaré más adelante, la obra trata de la herida que arrastra cualquier ser humano que se atreva a experimentar la vida (normalmente no es opcional ni condicionado por nada), de modo que, cuando se dedica la obra a los amigos y se habla de la herida, se puede pensar que la novela tratará también de las curas, las sanaciones de esa herida y la importancia esencial de la amistad en ella, esas personas que te apoyan, te comprenden, que no necesitan que seas de ningún otro modo que el que eres y te dan por el amor de dar…
ANTES DE dar a luz a sus otros dos hijos, mi madre soñó que un hombre alto, rubio, de ojos como el mar, colocaba su mano izquierda en el vientre de ella.
La mujer de los pájaros – Yordanka Almaguer
Imagino a una escritora, después de leer mucho y leer bien, sobre y acerca del espíritu humano en concreto, de la vida en general, después de añadir el conocimiento transmitido sobre la herida, de Rusia a los Estados con paradas obligatorias por Praga, París, Barcelona, Londres y tantos otros refugios de junta-letras… imagino, entonces, como se puede impregnar páginas y más páginas de sangre, vísceras, corazón… y hablar de la herida, continuar el legado con y desde el respeto, primero a una misma, al recorrido, a lo caminado y después a la herencia, a sus creadoras, la herencia literaria, el trabajo de exploración del alma humana y su posterior registro en ese espacio casi místico a veces, tan romantizado otras que son los libros, aparentemente inmortales… y quizá sí, pero puede que de otro modo, de un modo más natural, es decir, aceptando la mutación, el cambio de manos del testigo una y otra vez.
Una amalgama de dulces sonidos acompañan a una mujer en su camino. Cantos de pájaros, el bajar de las aguas en forma de río y encima de él, una canoa, donde reposa el sarcófago que transporta a Coré, inmersa en sus sensaciones y recuerdos. Coré explora su vida desde el inicio. Desde el momento que la bruja informa a la madre de Coré de dos cosas:
A MI MADRE le dijeron que tenía cáncer cuando estaba embarazada de mí.
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LA MUJER DE LOS PÁJAROS, YORDANKA ALMAGUER
Esta cita es la primera frase de la primera página de la novela. Se ha hablado mucho de los inicios de una novela, como tienen que ser bien impactantes y a la vez crear un misterio que induce al lector a querer continuar leyendo…
Esta es de los mejores inicios que he leído nunca. Hay varios clásicos que no entiendo la calidad de la que hablan tantos críticos, y en esta novela, que espero se llegue al sano juicio en el mundo literario de que es ya un clásico, logra lo que para mí es la perfección en literatura.
En una sola frase se muestra en primera persona un personaje hablando de su madre sin aún nacer, de algo tan brutal como es el cáncer y la maternidad. De repente, en una misma línea, siendo el feto, siendo quizá el cáncer, siendo sin duda el horror vital. No sé como sería superable, enserio. La historia va jugando entre el mundo donde el vocabulario y la acción induce al onirísmo y los recuerdos de Coré, en Cuba, desde antes de nacer hasta bien adulta pasando por el colegio, cambio de casa familiar, atracción por el comunismo y después el catolicismo y después por una misma mientras transita por la universidad, donde la herida que solo estaba por dentro se ensancha por fuera y se hace tan visible, tan palpable como puede ser el abismo, como puede ser el fondo de un pozo.
Con lo que llevo leído hasta ahora, he tenido la inmensa fortuna de encontrar varios libros que me han dado algo especial, algo muy poderoso, un vínculo directo con el alma humana, uno de sus aspectos que a su vez son todos…
Con Galaxia cicatriz conecté con el horror más grande, la caída al abismo a través de quizá una de las formas de paternidad más salvaje y terrible que se pueda imaginar.
Con Intrusión descubrí el espíritu de explorador profundo de la psique humana, de los sueños, del arriesgar la vida y la cordura a cada paso porque por menos sacrificio no hay gloria.
Con Los detectives salvajes descubrí el corazón sincero y mestizaje de la poesía en un estado de constante búsqueda por la vida, el amor y la ternura que crece y comparte junto con el dolor.
Con De cielos y escarabajos pude alcanzar la herida del rechazo de la poesía en el mundo capitalista actual… La herida la he visto y sentido y explorado de múltiples formas, pero aquí, entre cielos y escarabajos, pude sentir con fuerza el cuchillo agonizador en el corazón, que no mata, que no hace fuerte, solo está ahí, permanentemente clavado, mientras la poeta grita y agita con violencia todos sus poemas, y los escupe y pelea por cada centímetro de conquista, aunque se asume la derrota, se pelea la batalla todas las veces que se deba.
La mujer de los pájaros tiene un poco de cada novela nombrada anteriormente y lo mezcla todo como lo haría una experta alquimista… siento una gran conexión desde las emociones con esta obra, siento y comparto el dolor de vivir desamparado y de repente ver un paraguas protegiéndote de la lluvia de invierno y amar esa mano que decidió interponerse entre el dolor y uno mismo. El inmenso amor de cuidarse y comprenderse, la compasión de saber que compartimos planeta, experiencias, sufrimientos y también alegrías! Claro que sí!

Porque un café acompañado deja de ser un café para convertirse en un momento mágico.
En la mujer de los pájaros hay cariño y dolor, hay café y puñetazos, hay magia, política y religión y sobretodo hay amistad, abrazos…
Casi siempre termino diciendo que hay que leer la obra que reseño, pero hoy diré que lo que quiero recomendar es que encontréis, como yo y como tantos otros lectores, en el lugar donde os sintáis más cómodas, que no tiene que ser necesariamente en la lectura literaria, esas fuentes primordiales, esos puntos que lo conectan todo y te arrancan lágrimas y alegrías y unas emociones tan fuertes que por fin todo tiene validez y esa presión de buscarle sentido a la vida desaparece y ya no hace falta que tenga sentido porque ya tiene cuerpo y alma y una coherencia interna perfecta…
Algo que no se debe olvidar es a Yordanka Almaguer, la maravillosa autora de la novela a quien podéis leer en su blog aquí:
También os recomiendo mucho visitar su perfil de goodreads, allí esta muy organizadito sus obras, las cuales espero leer todas tarde o temprano:
https://www.goodreads.com/author/show/6271010.Yordanka_Almaguer
Podéis leer mi reseñita de uno de sus relatos cortos que publicó con la siempre genial e inolvidable editorial: Niña loba.
Aquí reseña:
Aquí relato (a precio libre, aprovechen por conocerla):
https://lektu.com/l/editorial-nina-loba/el-ultimo-cuento/15851
También comentar su otra faceta artística, que también se deja notar en la novela, y es que Yordanka es fotógrafa y una de muy buena, al igual que con palabras, con la imagen también captura la más arrebatadora belleza.
Así que leed o vivid como queráis, pero no dejéis de buscar esos puntos que lo conectan todo…