Los Caballos me trotan, un relato de Jorge Morcillo publicado en la colección de relato de Niña Loba.
He de decir, que he llegado hasta la página 9/13 sin disfrutarlo mucho aunque lo ataño una vez más a mi falta de experiencia lectora… pues desde luego esto no es un relato al uso. Como dijo el mismo señor Morcillo en su twitter:
Oír y escribir son una misma cosa. Sin música interna la prosa no me interesa. El argumento no tiene ninguna importancia. Mejor, no saber ni lo que se está escribiendo. Mirar hacia fuera y hacia adentro. Apostar fuerte. Quemarse siempre.
Jorge Morcillo
Yo, no comparto su opinión, posiblemente por lo que digo y reitero, no soy un gran lector… me quedan muchos años aún para serlo y si llego. Para mi el argumento sí importa, y la música es un arte muy distinto de la prosa. Sí estoy de acuerdo con lo de mirar hacia afuera y hacia dentro, cosa que yo relaciono con el artista, cualquier artista o cualquier obra artística.
Dicho esto, me centro en el relato en cuestión:
Lo que saqué en claro del argumento es que una mujer, posiblemente prostituta, grita al viento o quizás a la tumba de quien fue su amor, Juan. Un hombre borracho que ajusticiaron ya fuese con o sin razón. El relato es a grandes rasgos una narración en primera persona de dicha mujer añorando y repasando su relación con Juan.
Pero nada de esto tiene ni la más mínima importancia pues ni te cuenta una historia ni quiere hacerlo, no hay inicio ni final ni medio.
Todo transcurre en una carrera a caballo que da vértigo. Me dio la sensación que el autor no quería poner ni un solo punto pero por limitaciones del lenguaje o para evitar que los lectores muriesen ahogados, puso algunos. Pero vamos, hacen un efecto indistinguible de las comas a efectos prácticos. Mientras leía iba desconectando de lo que decía la narradora y simplemente imaginaba a una mujer con el torso desnudo cabalgando mientras cantaba una canción en una lengua desconocida para mi. Lo cual me parece sublime, una sensación poderosa.
Me sacó de la lectura el hecho de que parecía una mujer poco leída en cuanto el uso de las palabras pero a la vez muy leída en la cantidad y cualidad de vocabulario. Pero como digo, esto no es un relato al uso. Más bien parece una canción que podría sonar en un prostíbulo del salvaje y viejo oeste americano y todo se torna en pro a esa musicalidad. Se deforman las palabras para lograr ese sonido salvaje, ese acento sincero de la narradora.
Algo que me llamó fuertemente la atención fue que el personaje de esta historia podría ser sin problemas uno creado por la poeta Laura Maldonado, protagonista de la novela del mismo autor, Cielos y escarabajos.
En definitiva: Con la mente abierta, este relato se disfruta y una vez más, Niña Loba editorial asume con valentía representarse con autores «locos» buscadores profundos, provocadores y desmedidamente dados a la literatura con todas sus consecuencias.
Por último quisiera interpelarte, amiga persona lectora.
¿Te gustan los textos que te exigen más que el seguir el hilo de una historia de inicio a fin? ¿Me das algún título?
Muchas gracias por leer.