Me gusta escribir relatos, me encanta leer novelas y ahora estoy escribiendo una mezcla de ello. Un universo compartiéndose.
Sé que no es una idea original pero, si soy sincero, no he visto jamás un libro escrito de este modo, que ofrezca la posibilidad de leerse como se quiera, empezando por cualquier capítulo porque son relatos que sin estar separados, sí tienen espacio entre ellos, conectados como propone la física cuántica. Quiero aprovechar el conocimiento de los lectores y preguntar por títulos que cumplan esa descripción. Relatos tan unidos como para ser capítulos, pero con esa estructura individualista, como la humanidad misma. Tan gregarios como lobos solitarios; tan libres como dependientes. Muy propio de mí encontrar el equilibrio fuera de la balanza.
Dejad comentarios hablando de las novelas con las estructuras más extrañas que leísteis.
Dejaros absorber por las novelas como si la gravedad os atrapara. Creo que consigo esa sensación con estos relatos, pues conecto los libros y la vida, la fantasía y los sueños con la realidad… No te la pierdas.
Quiero aprovechar para hacer una sinopsis de esta novela que tengo entre manos:
Un universo compartiéndose es la historia de un carro repleto de libros que lleva una mujer por su barrio. Esa mujer es Valeria, una librera que decidió dejar de intentar vender libros para pasar a dejarlos cuando descubrió que su profundidad era mucho mayor de lo que creía. En su vida entran una gran cantidad de personajes estrafalarios, algunos ni siquiera en el plano de la realidad tangible y todos ellos memorables. Llena de metaliteratura, juegos e imaginación, la historia te hace viajar continuamente por miles de lugares y personas, únete a este universo abriéndose y compartiéndose.
Creo que no debemos dejar nunca de experimentar, me niego a decir que todo está inventado y que la originalidad es copiar con astucia… Se pueden hacer aún nuevas mezclas, el universo es demasiado grande como para pensar que ya se hizo todo… Existe el olvido y nuevas fórmulas de mezclar lo existente; se ha escrito mucho pero siempre habrán nuevas historias que contar… Lo que de verdad es un límite es la actitud acomodada del lector que tan solo quiere leer lago sencillo, que lo lleve como en un vagón de primera clase, sin luchas ni percances hasta la siguiente parada donde ir a tomar el sol… ¡No! Al menos no siempre… A veces hay que colarse en un tren de mercancías y pelear con vagabundos por el rincón del vagón que no le da el aire frío directo en la cara. Hay ocasiones que tenemos que coger el camino y andar, solos, valientes, confiando en nosotros y nuestras fuerzas. Lectores valientes e intrépidos hacen falta, eso es lo que hará que los escritores nos pongamos las pilas y creemos nuevas historias dignas de ser abiertas y exploradas.

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