Galaxia cicatriz

Galaxia cicatriz, novela de Pedro P. González, editado por Niña Loba.

Entre mis amigos hay algunos escritores de terror y uno de los quebraderos de cabeza que sufren es que nada de lo que leen logra asustarles y por el mismo motivo no saben si lo que escriben da miedo. El terror cuesta mucho de lograr en la ficción (en la realidad es disgustosamente más sencillo). Galaxia cicatriz me estremeció… consiguió asustarme y darme escalofríos partiendo del realismo sucio para lograrlo y mostrarme algo que puede ocurrir y que es peor que una pesada cruz espinada en los hombros para arrastrar el resto de la existencia.

Aprovecho para darle las gracias el gran Román Sanz, amigazo y escritor de Intrusión, Benceno en la piel, De gigantes y hombres y centenares de relatos, quien me prestó esta genial novela que es Galaxia Cicatriz. Siempre agradecido.

Galaxia cicatriz sigue la relación de Helen y Troy, una relación que se presenta ya de entrada como completamente rota por un misterioso mal… No son personajes con vidas espectaculares y fuera de lo común, son estadounidenses de los que hemos visto en muchas películas, con casas grandes pero no mansiones, con dos coches pero sin ser de lujo, trabajos de oficina e investigación científica, que ya es menos común pero no logra romper la fácil empatización con ellos. Viven en Nueva York, en un barrio medio, no es Harlem, no es Manhattan y aparentemente les iba bien antes de que todo se hundiera en la oscuridad.

Helen despierta con el brinco de un perro que sueña que se despeña por un acantilado. Solo el LED rojo del televisor navega en la espesa marisma de sombras.

Pedro P. González, Galaxia Cicatriz


Quizá, lo que menos me a gustado (sin llegar a disgustarme) es el uso único de la tercera persona a excepción de algunos diálogos muy bien metidos. Reconozco que es por mi, que me gusta mucho la primera persona porque me da la cercanía con el personaje que narra y hace que entré en su piel, con la tercera, en cambio, entro en la historia pero estoy alrededor de los personajes, como si fuera una cámara. Lo cual, aumenta el valor de lograr la empatización y todas las emociones que arranca, como el sentimiento de derrota vital ante una desgracia venida y buscada casi sin querer, como por inercia, como la vida misma…

Y ese es el tema central de la novela, la vida media de unas personas que se dejan llevar por su entorno, por lo que toca hacer, lo que quieren y lo que hacen los demás… y asumir las consecuencias. El verdadero terror no está en la muerte sino en la vida, en una vida violenta, capaz de generar y sostener una cantidad magna de odio, rabia, dolor, y sufrimiento. La galaxia cicatriz expresa el tamaño, desde la experiencia individual de un ser humano y como se ensancha y alcanza ese expansivo universo que se multiplica en cada acción y en cada percepción.

Quizá, lo que más me a gustado es el juego meta-físico, lo que logra transmitir sin mostrarlo explícitamente, la sensación de un enorme agujero negro que se traga la esperanza en una vida mejor, en vivir en un mundo menos doloroso y terrible y todo eso sin salirse de la cotidianeidad. Pedro, usando un vocabulario sencillo y bellísimo, como un poema de Whitman, logra retratar muy bien el alma humana en un contexto de clase media estadounidense de los años 90, si no me equivoco. Y allí es donde me pierdo parte de lo que ofrece la lectura de esta novela.

Greg no dice nada. Mira el reloj e intenta huir con su pensamiento a otro sitio. Quiere escapar de la parte baja del reloj de arena. El hilo de piedrecitas le cae directamente en la cara.

Pedro P. González, Galaxia Cicatriz

Y es que tengo poca cultura estadounidense… Galaxia cicatriz está llena de referencias, guiños y huevos de pascua, de los cuales he detectado los menos, creo yo. Pues en esta estupenda entrevista realizada por Niña Loba a Pedro, hablan de varias que no vi. Os recomiendo leer la entrevista. En algún momento de mi vida pasé de pensar que el cine es estadounidense a odiar profundamente su invasión cultural al mundo entero y en ese momento mi consumo cultural consiste en evitar todo lo estadounidense por norma, aunque hago excepciones y claro, acepto que hay y hubieron y habrán buenos artistas que dejando políticas y banderas a parte, son patrióticos de la patria del artista que es una sin fronteras.

Bien, he hablado bastante superficialmente, vamos a hurgar en esa cicatriz hasta abrir la herida de nuevo y rebuscarle las estrellas y los planetas.

La galaxia cicatriz juega con la idea del multiuniverso, donde cada decisión genera un universo donde se ha dado las otras posibilidades existentes. Ejemplo rápido como el fastfood: Si decido ir a comprar el pan, hay un universo donde he preferido quedarme en casa a leer. Troy, nuestro genial antagonista vestido de prota, como físico que es le da mil vueltas a esa idea, como haría cualquier científico que quiera cambiar algo horrible en su pasado… y lo intenta y siente lograrlo y conduce en su volvo rojo viajando más allá de la carretera, muchísimo más allá… atravesando la galaxia a través de la herida imposible de cerrar y lo ve, y le sorprende, está ahí, todo aquello que jamás comprenderá ni ninguna matemática dará respuesta, ni orden, ni claridad, aquello que supera al ser humano y lo empequeñece… el terror cósmico. Por el otro lado tenemos a Helen, quien no a querido hurgar en la cicatriz al tocarla y ver que, aunque infectada, está cerrada… y lo que está cerrado mejor no abrirlo, porque duele, porque dice la verdad y estamos sordos y no queremos oír. Helen, para mi forma de verlo es la verdadera protagonista, que se enfronta y pierde igual que Troy contra el conflicto… al empezar la novela ya se perdió todo, como la vida misma que por mucha alegría que dé un nacimiento, es también el anuncio de una muerte… y no pasa nada ¿no? por ahora, ha pasado y a la vez no ha pasado… y lo hemos llamado vivir.

Bien, ahora que ya me he ido por los cerros de Úbeda y más allá del laberinto, solo quiero terminar diciendo que Galaxia cicatriz es una novela muy recomendable y sufrible con placer. Además, tiene unas pocas ilustraciones maravillosas y toda la edición es super bonita, como una planta carnívora gigante en flor. ¡Bellisima!

Animaros a leer.

Galaxia cicatriz

El vagabundo de las estrellas

El vagabundo de las estrellas es una novela de Jack London.

Mi edición de la novela: EL vagabundo de las estrellas, editada por Libros Río Nuevo.

La novela sigue la vida de Darrell Standing, quien ha asesinado a un compañero de trabajo y se encuentra en prisión por dicho delito. Relata él mismo su experiencia en la cárcel y porqué lo van a ejecutar…
Y así, sin más, podría ser una premisa un poco pobre para desarrollar una historia profunda y de aventuras, que es, y con múltiples protagonistas. Remarco lo de aventuras y minimizo lo de profunda, aunque para mi, habla de algo super interesante y profundo como es la rencarnación. London trata el tema de la rencarnación con mucha elegancia y habilidad, consiguiendo saltar de periodos históricos, países y situaciones muy diversas y encarnar a personajes distintos y todos ellos bien desarrollados en pocas líneas, como son un legionario romano de origen danés, un noble francés maestro de esgrima, un marinero holandés naufragado en Corea, un náufrago que acaba en un peñasco muy pequeño tan solo habitado por focas, o un niño en una caravana en estados unidos en la época de los pioneros y buscadores de oro. Esta última toca más de cerca a Jack London, pues él la vivió justo de niño y ya de adulto vio como terminaba poco a poco en pro de un país más controlado y unificado. Por eso quizá es la historia más cercana a la realidad.

Veréis, el vagabundo de las estrellas empezó gustándome muchísimo y ya al terminarla sentí que no había leído la gran novela que pensaba que era al inicio y me quedó un regusto de bestseller. No es extraño eso, pues Jack London trabajaba de escritor más que lo era en sí mismo. Quiero decir, él declaraba dedicarse a la literatura por dinero no por pasión. Tampoco odiaba el oficio ni lo hacía con desgana, pero si no hubiera ganado bastante dinero con él, lo habría dejado sin dudarlo, cosa que yo, por ejemplo no haría, ni tampoco la mayoría de mis amigos escritores que ni uno puede permitirse vivir exclusivamente de los ingresos de su escritura (tristemente) y aún así siguen escribiendo y tampoco lo hacen como un pasatiempo, no lo es, no es por entretenerse… es otra cosa, es vocacional, es por saber que se trata de tu lugar en el mundo, de algún modo… y sin embargo, El vagabundo de las estrellas es una muy buena novela, con bastante miga, y os diré el porqué lo creo así:
Todo esto que es ser escritor o no serlo o trabajar de esto o lo otro, ser blanco, negro, asesino, hombre o mujer o lo que sea se relativiza cuando aceptas que la rencarnación es real, y en esta novela lo es, al menos para Darrell Standing, quien es capaz de recordar sus otras vidas a voluntad, que no exactamente de control. Como va relatando, Standing, pues él, usando una especie de meditación inducida por la enorme presión de una camisa de fuerza, la desnutrición, la sed, la soledad y la oscuridad, consigue viajar, como un vagabundo de las estrellas a través del tiempo y recuerda sus otras vidas. Todo este proceso pasa despacio y niveladamente, narra cada paso, y logra transmitir como una persona pasa de no creer en nada y solo usar la lógica para vivir a desarrollar la espiritualidad, que no es tanto fe como sí es confianza en el sentir, confianza con la capacidad de mover la consciencia al lugar que deseas y notar el movimiento y sentir que realmente está moviéndose ahí y permitiendo algo que no parecía posible desde la lógica… Darrell Standing, encuentra en la muerte, en la pequeña muerte, su escapatoria de la cárcel la huida perfecta. Pues matando la materia consigue que la consciencia se desplace fuera del cuerpo de Standing y pueda así acceder a la memoria del espíritu que ya ha sido otras vidas, ha ocupado otros cuerpos, ha nacido y ha muerto.

Quizá lo único que no me gustó de la novela es la marca de clasismo que la impregna respecto a su protagonista, que en todas sus vidas es un hombre blanco heterosexual, fuerte y valiente, incluso cuando es un niño, es un niño super valiente y en la mayoría de vidas tiene una mujer a su lado a la que ama y es correspondido. Quizá la peor de las partes y a que echaría atrás a lectoras feministas es cuando Darrell recuerda una vida muuuy pasada, donde es un hombre de las cavernas y conoce a una mujer a la cual rapta de otra tribu, golpea y golpea hasta demostrarle que él manda aquí y que no puede irse y debe aceptarle como su hombre ahora, cosa que al final hace y cazan juntos y duermen juntos y tienen hijos y ella es feliz así… yo lo acepté bien pues es un hombre de las cavernas y Jack London vivió en los Estados unidos más salvajes de la época, en el final de los westerns… y en última instancia no tengo ninguna necesidad de juzgarle más allá de la calidad de su obra… la cual sin alcanzar lo sublime es muy buena y la disfruté mucho.

Jack London de niño y un perrito precioso en blanco y negro.

Quiero hablar del prólogo escrito por Ignacio León, el traductor de la novela. Un prólogo genial, en contra de lo que piense Javier Miró, escritor español, divulgador literario, director de Autorquía y de Libros prohibidos y una persona genial que respeto mucho. Y es que el tema, yo creo, es usar bien el prólogo, que no sea una lamida de culo para el autor de la novela y la propia novela sino una aportación interesante a la misma, sin reiterar, sino aportando, como hace Ignacio León, que básicamente ofrece un resumen biográfico de London super interesante para dar contexto a su obra, sabiendo así quién fue a grandes rasgos y su forma de pensar. Disfruté mucho de la lectura del prólogo y me ayudó a a sacarle más provecho a El vagabundo de las estrellas. Por ejemplo, London era muy aficionado a la agricultura y la ramadería, tal es así que se compró una gran extensión de tierra e inventó métodos innovadores para cultivarla y también de de criar ganado. Pues Darrell Standing, el protagonista del vagabundo, es ingeniero agrónomo… me fascina conocer a los autores solo por poder seguir esos hilos que hay entre ellos y sus creaciones. También comenta sobre algo que sufría London que él llama la fiebre roja, que viene a ser un ataque de ira donde se descontrola por completo en un acto de violencia extrema ya sea para defenderse o para atacar a alguien que odia profundamente. Hay muchos detalles en el prólogo que le da una profundidad deliciosa a la obra, y es así como se debe sacar provecho a un prólogo.

Últimas pinceladas sobre El Vagabundo de las estrellas. Se trata de una novela de aventuras, casi episódica por su formato, donde el protagonista sin abandonar nunca la primera persona (cosa que me encanta, pues adoro la primera persona) va siendo distintos personajes, cosa que aprovecha para crear muchos relatos que se relacionan a través de Darrell Standing. Aunque la intención de la obra es la de vender, ser entretenida, adictiva y satisfactoria, logra tener alma, consigue transmitir espiritualidad y hablar de la naturaleza humana, el tema favorito de Jack London, sobre todo del espíritu de supervivencia, de lucha, de valentía y logra transmitirlo con claridad y bella sencillez. Lo cual es hermoso y genial… He de decir que El vagabundo de las estrellas es una novela que me gustaría haber escrito y que puede que lo haga a mi modo sin tocar el plagio. ¡Cosa posible! es más, lo llaman aplicar un modelo ahora a esto. Jack London fue un tipo duro, el estadounidense perfecto prácticamente si no fuera quizá demasiado contestatario, pues incluso estuvo en la cárcel en alguna ocasión, cosa que cuenta por encima el prólogo, así se entiende que no hable en vano cuando Standing describe como es la prisión y sus habitantes.

En definitiva, otra muy buena novela que debo recomendar, creo que siempre la recomiendo pues me cuesta mucho reseñar una obra que no me guste y del mismo modo terminarla de consumir ya sea una película, libro o de cualquier otro tipo… si me pagaran por ello podría hacer reseñas malas y no me dejarían por contrato así que es lo que hay.

Leed mucho, leed bien. ¡Hasta la próxima!

El vagabundo de las estrellas