ESPANYA EN GUERRA, Pla

Catalunya en guerra

He dudado mucho si escribir esta reseña en catalán o en castellano. La lectura de la novela de Albert Pla la hice en catalán y habla en su inicio de toda la problemática dada por el sentimiento independentista en Catalunya. Així que aniré al gra. De tan en tan deixarè anar expresions catalanes per que això sigui també una manera de parlar del tema, com els sentiments nacionalistes tenen poc sentit per mi, en un món no divisible, tot acaba formant part del mateix univers i es barreja inevitablement i cada frontera només te el seu valor per poguer entendre millor el que som i el que fem i el que es el nostre entorn... Así que aquí estamos, España en guerra, que inicia cuando el president de Catalunya declara unilaterlamente la independencia del país y el gobierno español pide ayuda a los Estados Unidos, su ejército no tarda nada en invadir Catalunya, con todas las enormes consecuencias.
Pero primero hablaré de esto: Una anécdota vivida como espectador ocurrida en mi pueblo, uno muy pequeño en Tarragona.

Estelada con la estrella superior cubierta con pintura blanca.
Símbolo de Catalunya pintado en rojo en un muro.
La estelada pintada amb pintura vermella a la pared, simbol del independentisme català, amb l’estrella tapada amb pintura blanca.

Una guerra ideológica expresada en una pared

No podemos saber con certeza ni cuándo empezó a darse este fenómeno social ni el tiempo que estuvo en activo, lo cual solo hace que acrecentar el misterio. Cuatro barras rojas, símbolo de la bandera de Catalunya, autonomía perteneciente a la zona noreste de España con su cultura y lengua propias. Y una estrella en su parte superior, que guía a Catalunya a la independencia, a formarse y constituirse como un país propio. De un dibujo en una pared, sencillo, que todo el mundo entiende, los hay que lo respetan, aprueban, se sienten enaltecidos en él y otros que les repugna e insulta, como si se tratase un secuestro. Un día la estrella amaneció apagada, cubierta de pintura blanca, dejando a Catalunya como está, siendo cuatro barras rojas sangre, quietas y sin guía a ningún lugar, cuatro barrotes. Pero al poco tiempo, la estrella volvió a brillar, un poco más grande y ahora con un resplandor extra dado por el manchurrón blanco que hacía de fondo. El suceso se repitió y repitió múltiples veces y no parecía tener fin. Era, como los lazos amarillos en los árboles y barandillas. O como las canciones nuevas en youtube o el Polonia o el a por ellos. Una guerra casi casi más bella que bélica y hasta parecía que había algo de conciencia a pesar de la constante de la humanidad, la parasitaria ignorancia.

El temps convulsos son sempre més apasionants, no per això millors o pitjos que els deserts de pau i tranquilitat on tot hi que segueix havent-hi morts, violencia i terror, en aparença tot està bé, en pau, en calma.

Una guerra cultural en una pared entre dos individuos pintores y simbolistas.

Y es que lo de: Som gent de pau, va bastante enserio… en muchos partidos de fútbol puedes ver más violencia de los aficionados que de los indepes en sus manis…
Llegados a este punto, me reafirmo como persona libre de fanatismo y con una comprensión de los nacionalismos dividida entre el amor y el miedo. Para mi, amar a tu país debe ser amar sus gentes y su bienestar, apostar siempre por la solidaridad y el cariño, la comprensión y el respeto, desde ese punto, estoy super a favor del sentimiento de unidad entre un pueblo con sus banderita, sus himnos, tradiciones y tal. Pero por otro lado está el ejército, el miedo/desconfianza al extranjero y el odio a todo aquel que a pesar de ser tu hermana del mismo país desprecias profundamente por sus ideas… exceptuando al fascismo que va siempre a parte pues está en contra de la diversidad algo que es inherente a la vida tal y como es y como debe ser. En conclusión, si es para querernos más y mejor y entendernos más y mejor, viva España y visca Catalunya, pero para replicar errores y dolores, pues tanto da un opresor que otro. Bien, dicho todo esto que espero os haya dado cierta curiosidad, empiezo con la estrictamente reseña de Espanya en guerra.

Portada de espanya en guerra. Dos soldados americanos destruyendo monumentos representativos de españa como la Alhambra o la sagrada familia.

A Albert Pla le encanta hablar del horror. Tiene canciones tratando la violación, el asesinato, tanto de animales como de personas, habla de todo tipo de horripilantes acciones humanas constantemente, y luego también se acuerda de los niños… a quien respeta mucho y les da canciones bonitas, dejando el horror para los adultos… En Espanya en guerra se muestra lo que ocurre con las guerras que provoca los Estados Unidos. Ellos van con una excusa, en este caso es apoyar España de una rebelión interna, es decir vienen en calidad de heroicos soldados que pondrán orden en un país sumido en el caos por no saber autogobernarse, desde su punto de vista ellos son claramente superiores y están ayudando a que una parte menos afortunada que ellos a recuperar la paz o aun digo más, que por fin tengan la democracia y estilo de vida más inteligente y superior guiados por ellos, los norteamericanos. Después de proclamar la independencia de Catalunya, Estados unidos despliega sus fuerzas armadas por el país, destruyen la sagrada familia, matan a centenares de personas, buscan al presidente catalán y por el camino queman pueblos enteros, violan, se drogan, roban y matan y matan y matan. Por el camino «descubren» que los catalanes como medida para defenderse han secuestrado una botella de cocacola, la primera que se hizo en Europa y los yankis la consideran una reliquia que debe recuperarse y protegerse en su país. Con esa excusa, inician la búsqueda de la botella y matan y torturan y secuestran… más y más muertes. Todo esto para no complicar la acción se narra desde la observación de un grupo de élite del ejército formado por unos depravados y ultra violentos personajes, todos acostumbrados a la barbarie y creyendo firmemente que son siempre los buenos hagan lo que hagan. En una capítulo, deciden encerrar a todo un pueblo dentro de su iglesia, en principio para interrogarles pero acaban lanzando una granada dentro… y habían niños, ancianos, hombres, mujeres, perros… todo ser vivo que ocupara el pueblo acusado de esconder una botella de cocacola o incluso tan solo la información sobre su localización.

Toda la narración va del humor grotesco al gore y de ésta a la sátira política y vuelve a girar. Reconozco que me he reído a menudo con las locuras que ocurren, sin embargo Albert Pla logra algo muy interesante y es que consigue hacerme empatizar con la gente a pesar de todo lo que hacen… es decir, la acción la llevan los estadounidenses, ese grupo de élite y básicamente se pasan la novela cometiendo atrocidades y de vez en cuando alguna no les sale bien… cada vez que pierden es como una gran alegría a pesar que a veces sus atrocidades consisten en acabar con políticos corruptos, jueces igual de corruptos, traficantes de drogas íntimamente atados a los dos grupos anteriores… gente con la cual España estaría mil veces mejor si se librase de ella… y claro, los americanos son tan brutales que consiguen que me ponga triste por matar a esa escoria… con ello, Pla, logra mostrar lo horrible que es la guerra, tan, pero tan horrible que no hay victoria posible para celebrar, todo es sufrimiento, todo es dolor, todo es pérdida… Por que después de machacar Catalunya los americanos afirman que España necesita orden y deciden quedarse más tiempo y poner ese orden. Acaban con el periodismo español y lo substituyen y así con los demás poderes del país. Tan fuertemente machacan España que el rey Felipe se ve obligado a declararles la guerra. Además, tan desesperada es la situación que se unen a la guerra multitud de voluntarios de países árabes invadidos por el país de la «libertad» pero con la condición de llamar a España Al Andalus, rechazar el catolicismo y aceptar el Islam. Ya os podéis imaginar lo que ocurre. Horror infinito, nadie tiene tanta ventaja como para ganar la guerra definitivamente y todo se torna en un saqueo constante, destrucción y violación….

Soldada del ejército de estados unidos (El batallón de los locos):¿Dónde está la botella de cocacola?
El mayor traficante de cocaína de España: La coca? La coca es en el lavabo, pasen y sírvanse. No se preocupen.
Albert Pla – Espanya en guerra

Para mi ha sido una lectura muy ligera en cuanto a vocabulario y complejidad pero muy dura emocionalmente. Salvaje. Por el camino aprovecha para tratar todo tipo de temas: la libertad, la guerra, el dolor, la justicia, el feminismo…

Podéis conocer mejor a Albert Pla escuchando su música y leyendo la entrevista que «le hice» publicada aquí mismo en mi blog: Entrevista Albert Pla. También recomiendo su primera novela, España de mierda, aquí mi reseña de la misma: Reseña España de mierda , esta primera novela es mucho más sencilla y más Albert Pla, siguiendo la gira de un músico uruguayo por España. Por último, decir que son una trilogía, así que espero con ganas la tercera parte, aunque decir tengo que no tienen nada que ver más allá del escenario.

Y nada más, peña, un abrazo y a leer, pasarlo bien y vivir está locura como buenamente podamos.

ESPANYA EN GUERRA, Pla

España de mierda, reseña

Este libro, este libro… funcionaría mejor como película, una road movie en toda regla, en clave de humor caricaturístico, absurdo y a veces surrealista.

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Soy muy fan de su autor, tanto es así que le hice una entrevista a Albert Pla, reconocido músico español de lo que no se podría calificar como rock pero tampoco podría llevar ninguna otra etiqueta. Quizá canta-autor, después de todo, aunque colabora con decenas de músicos, él escribe, él compone, cada una de sus canciones.
Entre el humor, la infancia, la reivindicación social y lo grotesco pasado de vueltas es por donde se mueve el señor Pla en su música; por lo tanto, una novela suya no podía escapar de dichos temas centrales en su obra.
La historia inicia con Julián, el alma mater de Siniestro total, un reconocidísimo músico de rock gallego primero y español después,, Tito y el protagonista, un joven uruguayo llamado Raúl. El trío calavera está observando y cagándose en la catedral de Santiago de Compostela. Y ahí el quid de la cuestión. ESPAÑA DE MIERDA. ¿Como un artista español podría vender un libro titulado así? Pues Albert lo tiene claro. Siempre provocador, por lo menos tanto como perfeccionista. Dije que se trataba de una road movie en formato novela, así que… ¿Dónde o porqué empieza el viaje? Pues se trata de una gira, la gira de Raúl, un músico latino que ha empezado a funcionar muy bien en España gracias a un magnetismo con el público misterioso y sorprendente. Tito, un drogadicto y también mánager de músicos, ha decidido representar a Raúl y llevarle por toda España en busca de conciertos, fama, fortuna… sobre todo lo último, pues Tito tiene deudas que saldar y piernas por salvar.
Quien conoce a Albert Pla, reconocerá su estilo enseguida y podría disfrutar a lo grande con la novela como si fuera una una juerga catalana(bona nit).
Pensaba destripar un poco más la trama pero me puse a informarme un poco sobre el libro más allá de leerlo y me encontré una reseña corta, simple, en vídeo y que coincide prácticamente en su totalidad con lo que yo pienso de la novela. Aquí os lo dejo:

Como dice Charles, el libro causó polémica obvia esperada y buscada. Con el título ya es toda una movida, pero es que además está lo que ocurrió con eurovisión… nada que no diga el vídeo.
A mi me parece una idea de márqueting buena y muy bien adaptada al estilo del autor.
Bien, nada más que decir. España de mierda es un bestseller. Se lee fácilmente y no dificulta la digestión. Diversión caricaturesca, crítica social, musica y muchas drogas, es lo que encontraréis.

¡A leer!

España de mierda, reseña

El món segons Pla (relato en español)

Una entrevista imposible, esa es la que quisiera hacer hoy. Albert Pla y su abrazo al arte, tan tierno como fumar opio cómodamente tumbado en una cama. Lograr sacarle respuestas a Albert Pla es un acto heroico y exigente por su parte; él habla si quiere, si le caes bien, si te respeta, si le da el viento en una parte acalorada de su delgado y estético esquizofrénico cuerpo.

Así fue cómo pasó:

Me encontraba perdido. Yo, Diego María Botas Recio. Un mayormente humilde periodista musical. Así me suelo presentar, sin embargo y para mi vergüenza suelo ser: Diego, el yonkie ese mierda que rehuye sus deudas como un perro ladrón de su amo. O, una presentación más amable: el señor Botas, suele escribir mal, pero en un buen día, con la banda adecuada, te hace un entrevista publicable.
Así que perdido, después de un muy buen concierto, no tan memorable por sus formas y no por carencia alguna de calidad, de Los planetas o como la gente los conoce, nuestros queridos planetas…
Fui a mear, eso lo recuerdo. Se me cayó el… una cosa del bolsillo y me agaché a recogerlo pero no lo encontraba. Seguí el rastro de eso que se había roto un poco y perdía sustancia… lo encontré al fin, en la mano de un hombre que vestía con una andrajosa túnica marrón que no llevaría ni mi bisabuela la del campo. Y sí, lo creáis o no, la mano que sujetaba mi piedrita blanca era nada más ni nada menos que el hijo puta de Albert Pla.

Hombre Albert, le dije, tú por aquí, pensaba que con la familia ya no te liabas a ir a ver a otras bandas. Después de observar una oruga deslizarse por una hoja de roble, Albert me miró y me dijo, si, no salgo mucho del cau. Dijo, soy un hombre de familia. ¿Tú no eres Tito, no? me preguntó pero parecía hablarle a alguien detrás de mi. Me giré y comprobé que no había nadie, menos mal que ya bajó los efectos del concierto. No, yo soy Diego, te he visto en concierto decenas de veces, eres muy bueno, llevo tiempo queriendo hacerte una entrevista pero eres muy escurridizo.
Ahora tengo un rato, tío, aprovecha mientras me lio un cigarrito.
Esas son la clase de oportunidades que el señor Diego Botas Recio no deja escapar. Ahí voy entonces!

¿Qué me puedes contar sobre tu último libro, España de mierda? A mi me gustó bastante, podría ser mi vida, o la tuya o la de Julián de los siniestro total… o la de…
Si exacto, la de cualquier rockero español que se estime, eso quise escribir, una historia del rock en España, nuestra muy odiada España hecha un cristo… Sabes, la gente se levanta por la mañana y se pregunta que dirán en las noticias hoy. Yo, que no tengo ni televisión, me pregunto si habrá España hoy… me da que estamos a cada minuto a punto de estallar en e caos y la destrucción…

Está claro que nos odiamos mucho entre nosotros y solo nos vemos las diferencias para sacarnos los ojos…
Si, eso es. A mi me gusta la diferencia, como la que hay entre el bien y el mal o de ser así, o de ser catalán. ¿Tienes un filtro?

Pues no, pero toma un cartoncillo. Oye por cierto, esa piedra…
Ah claro, toma, ahora solo tomo caramelos, ya se lo dije a Broncano.

Gracias. ¿Sigue yendo a mover tu esqueleto que tan bien has cuidado siempre de él?
¡Claro!

¿Cómo están tus hijos? ¿Los llevas al colegio?
Después de un encenderse el cigarrito y pipar cinco veces tranquilamente me respondió:
Si, soy un gran padre. Los traigo a l’escola del somiatruites.

Una vez di gracias a Dios por permitir que artistas como tú les vaya bien y puedan seguir dándole emoción al mundillo de la música… Si todos fueran súper vendas a mi solo me quedaría el vicio…
Dímelo a mi. Si no fuera porque me dieron una oportunidad y de casualidad, la supe aprovechar, no me preguntes cómo, seguiría trabajando en el mercado y fumando porros todo el día, que por cierto, le compraba el chocolate a Estopa. Me encanta cantar.

Dime la verdad, ¿Jamás mataste a alguien?
No, jamás, ni tampoco me cubrí el cuerpo con purpurina, rosa, ni me subí a un campanario a gritar a esos hijos de la gran puta que me están jodiendo la existencia… Te lo juro Tito. El camino más salvaje no siempre implica muerte y drogas y rock and roll… mi camino me lo paso jugando por la calle, bailando a veces y cantando tanto como puedo.

Por último, Albert ¿a qué tienes miedo?
En mi obra de teatro musical lo explico muy bien… he escrito canciones bonitas que he aprendido a cantar y ahí están, volando por ahí. Bien, amigo, tengo que irme a columpiarme un rato antes de ir a hacerles la comida a mis hijitos.

Albert agitó la mano efusivamente para despedirme y me sonrió como un niño feliz e inocente… me di cuenta que se llevó la colilla del cigarrillo…
Está loco, pero también es adorable y lo queremos…

Notas con cariño:
Esto es un pequeño homenaje a un gran artista que adoro y admiro y quién le debo mucha inspiración y buenos ratos… Albert Pla es único y ojalá nos dure muchos años más creando desde lo profundo de su corazón inocente y puro y su mente retorcida y bizarra. PD: Pronto la reseña de su libro, España de mierda, que ya leí hace unos meses pero no encontré el momento de reseñarla.
Gracias a todas y todos mis queridos lectores por seguir ahí un año más, leyendo cosas poco comunes como las que intento compartir. Un abrazo sincero.

El món segons Pla (relato en español)