Reseña de la novela escrita por Emilio Picón, editada por Niña Loba.
En este nuevo número les traigo una reseña de una novela poco conocida y espero añadir con ella mi granito de arena para que esto deje de ser así. Ojalá lograr que desde Mambrino, humanimal (así, todo en minúscula) se catapulte y sea leída y hasta estudiada como pienso que merece.

Cuando descubrí la publicación de humanimal, ya solo con el título, me sentí completamente atraído, como un efecto gravitacional inevitable. humanimal, el animal humano… es como si un arqueólogo encontrara de repente ruinas de una ciudad entera completamente desaparecida en la historia con un montón de objetos en buen estado para el estudio. Cuando leí la sinopsis me acabó de capturar, se presenta como una metaliteratura que se explora a sí misma e introduce al lector en dicha aventura. Su editor, Darío Méndez la define así:
Una narración sobre una narración dentro de una narración; así, grosso modo y sin entrar en detalles, podríamos definir la trama (si es que eso existe en una obra de este calibre) de humanimal.
Darío Méndez Salcedo – Editor de Niña Loba
Además de por el interés de lector, también como escritor me fascino, pues había un cierto paralelismo con mi novela, Un universo compartiéndose que me obligaba a leerlo cuanto antes mejor, pasando por encima de todas las demás lecturas pendientes. Hay que estudiar, nutrirse de lo necesario para escribir mejor, pienso y me excuso. En mi novela exploro el mundo de la literatura, en el caso de humanimal, es la literatura la que explora el ser humano, sus elementos y todo lo que une el arte de la palabra con la persona, es decir el lenguaje y por lo tanto el medio por el cual definimos nuestra realidad.
Así, de entrada, me adentré en la novela convencido que era exclusivamente para escritores, pues me parecía demasiado centrada en el mundo literario como para que la pudiera disfrutar alguien que no se ha metido en él. Y sí, así es, en parte, pero en el reflejo de un escritor conociéndose a sí mismo a través de una conversación literaria con sus autores favoritos y sus personajes, imprescindiblemente, volvemos al animal humano, y ahí, amigas, podemos reflejarnos todas, sin tener que escribir para ello, ahí es donde reside la mayor magia de la novela, el efecto que provoca en una misma en cuanto a conocerse y observarse. Ese es el centro, la semilla de humanimal que no necesariamente la clave de su entendimiento, pues como expresa el señor Méndez, la novela se presenta como un laberinto de los que habría gozado Borges de adentrarse y desentrañar, un laberinto de múltiples capas.
Aquí os presento el argumento según yo, probablemente en una primera capa de invitación amable a la lectura:
¿Saben aquel amigo que rompe la historia por completo por el placer de descubrir los entresijos de la narrativa? Pues ese es Mario, en un inicio el taxista y escritor de la novela. ¿Qué pasa cuando los personajes te arruinan la línea que te lleva del punto A al B y de este al C? Pues que te demuestran que ésta no era la historia. Eso hace Mario, desviando del camino a recorrer a LF, quien se presenta como el protagonista, Luis Fuentes. Pero ese es solo el primer giro. humanimal es una metaliteratura que juega consigo misma. Yo lo definiría como una persona embriagada de sus lecturas favoritas que más le han trastocado la psique en su vida y decide usarlas como un bisturí para operar una historia básica como podría ser la frustración. La frustración de no terminar tu puta novela (que dolor) o la enorme frustración de la muerte de tu amada (que enorme abismo de dolor).
Algo que amo profundamente de la literatura es la capacidad de normalizar la fantasía e incluso y sobretodo de fantasear la normalidad. En humanimal, el señor Picón juguetea con los personajes transformándolos a menudo, cambiando la dirección que toman y la actitud ante el relato, todo queda subordinado a conocer profundamente el por qué de la novela, el por qué de Emilio Picón, Luis Fuentes, Mario y Clara. Lo que de verdad importa es comprender el valor literario, la valentía de inmiscuirse hasta lo más profundo, sin miedo a lo que se pueda encontrar, usar los personajes y la propia trama como vehículo, es más, usar también a los autores y sus obras como espejos donde descubrirse y comprenderse. Insisto en el tamaño de la novela y su forma laberíntica, mi interpretación es más mía que nunca en este caso, pues ni el argumento “líneal” se puede decir que al explicarlo no sea estrictamente subjetivo.
Emilio Picón te habla directamente, rompiendo la cuarta página y convirtiéndola en una ventana desde la cual te habla a ti, lector, para guiarte en esa operación quirúrgica y poder mostrarse los pulmones, el corazón, el estómago y las entrañas de esta criatura, de esta obra que es suya y también de sí misma y de sus personajes pero además, además, es tuya.
Probablemente después de este despilfarro de palabras aún no sepáis de que coño va todo esto… Pues para poner un poco de claridad encenderé un foco.
En mi humilde capacidad de discernir misterios, creo haberme dado cuenta de varias fases por las que pasa la novela. Yo diría que todas ellas tienen una capa simbólica, una capa narrativa, una capa intimista y otra analítica/lógica. Cada capítulo te hace circular de una a otra con partes de encuentro entre dos o más capas habiendo capítulos de cruce total. Entre todo ello, muchas (muchas) referencias a otros autores que añaden a la sopa una capa extra. Me temo que seguimos a oscuras ¿no?
Bien, la capa narrativa sería una serie de relaciones entre personajes: Luis Fuentes, que podría ser Carlos Fuentes y Luis Cernuda sin problema pero también podría ser Picón o tú, lector, tú mismo. Clara Monetti, con su eco que vuelve de Rayuela. Mario, Mario Santiago para mi, pero no sé quién pudiera ser para Emilio, yo apostaría por Mario Benedetti. Luego hay varios personajes secundarios que no mencionaré para no enrevesarlo por encima de mis posibilidades. El Caso es que Luis tiene una relación sentimental con Clara y ambos traicionan el trato de la fidelidad, pero solo Clara lo sabe en un inicio. Luego aparece Mario, que resulta ser un falso personaje porque él es el narrador omnisciente, o eso cree firmemente, él sabe lo que va a ocurrir, porque él lo escribió. En esa primera parte lo que se investiga son las perspectivas que hay dentro de una novela y sus recursos más básicos e imprescindibles, como son el motivo que mueve la trama, los personajes, el narrador y el escenario. El autor muestra sus cartas y los hilos que las unen poco después de ofrecernos una hermosa escena deliciosamente narrada con un estilo imitado de Onetti.
No tenéis ni idea de la historia que os espera.
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humanimal – Emilio Picón
Inicio de inciso: Podrías pensar que la cita anterior es solo una fantasmada que se echa un autor para vender su libro pero… ¿ y si no? ¿y si os digo que sigue siendo una cita humilde aunque no suene a eso? Cierre de inciso.
Me gustaría hacer un poco de literatura comparada y hablaros de otras novelas, quizá más famosas que os dieran una mayor perspectiva, pero siendo sincero no conozco a ni una sola que haga algo así, humanimal es muy experimental sin llegar al nivel de las vanguardias literarias que solían “pasarse” hasta ser demasiado sesgadas para un público que no busque exactamente eso, un experimento. En este libro encontraréis una lectura QUE NO OS ECHA DE SÍ MISMA a pesar de su complejidad, logrando algo muy especial.
Llegados a este punto me doy cuenta que aún no he mencionado a mi querido Bolaño, que también es uno de los autores presentes en la novela. Hay un capítulo donde la acción transcurre en un cámping, un camping muy especial donde un escritor trabaja de vigilante nocturno y de desde la romantización más pura y hermosa de la escritura creativa, se dedica a escribir sus relatos y novelas mientras pasan las horas nocturnas, pensando en los sucesos del día, los posibles asesinatos, los misterios que traen unos jóvenes extranjeros con ellos, la belleza de la vida que se expresa tan poéticamente cuando te sientas en soledad a contemplarla…
Ahora me doy cuenta que mentí, sí, os mentí. Hay una novela, una de Roberto Bolaño que reseñé pobremente en humildísimo blog llamada Amberes. Una novela bañada en poesía y que juega consigo misma y con el lector creando un misterio quizás irresoluble, la primera novela que he releído y he podido ver más en ella pero manteniendo la sensación de no haber llegado a su verdadero final.

Este es el mismo caso que humanimal… un libro muy barato pues en cada lectura puede ser un libro nuevo.
La narración continua empujada por una extraña voz que ata la primera parte con la tercera… ¿Quién es? Un cruce de voces salvaje crea una confusión interesantísima, pues no logra echarte de la narración, por lo contrario te llena de intriga y curiosidad… Y así os quiero dejar, para que podáis disfrutar de esta novela tenéis que comprarla a Niña Loba y leerla bien pronto.
Sed valientes y adentraros en la mente de Emilio Picón que es humanimal y que es a la par vuestra propia vida.
Hay libros que son universos en sí mismos…, y caminos y repliegues hacia otros universos… Un abrazo!!
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Que bueno que digas esto, Darío y qué cierto. Un abrazo! gracias por leer, publicar y compartir.
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