El deseo es una noche que no necesita estrellas
En la rica tradición cultural del planeta que habitamos (y destruimos día a día) existe una modalidad del teatro de títeres que siempre me ha parecido muy enriquecedora. Se trata del Wayan Kulit, o también conocido, por nosotros los occidentales, como el “teatro de sombras”.
Suele representarse por muchos lugares de Indonesia; pero es en la isla de Java en la que se perfila con una belleza más arrebatadora. Ante el fondo de una lámpara de aceite el dalang (intérprete) mueve las figuras de cuero en un ritual de sombras y luces en las que los espíritus vagan y se mezclan con lo humano. Al parecer, toda esta rica tradición oral deriva de las viejas epopeyas indias.

La novela que nos ocupa, humanimal, me ha recordado esa tradición del teatro de títeres. Y me ha retrotraído a esas imágenes…
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