El coronavirus no es ni la mitad de peligroso que lo que nos presenta Román Sanz en su novela…
Hace poco tuve el gran placer de estar presente en la presentación de la novela en cuestión con su autor Román y nuestro amigo (ahora en común) Guillermo.
Fue una tarde deliciosamente literaria en la librería Soriano. Después fuimos a tomar las últimas copas reglamentarias para cierre del evento. No sin antes comprar y obligar a punta de pistola al señor Sanz a dedicar el ejemplar.
Pues bien, cinco días después, ya está leída y disfrutada como un sádico bebé amante de la locura colectiva. Aquí expongo mi reseña, la cual ésta vez no me vino a la mente en forma de relato, como sí me pasó con la reseña de la opera prima de Román, Intrusión. Disfruten.
Una novela viva, infectada de realidad, de veneno. Una ponzoña que eriza la piel y despierta el virus que vive dentro de nuestros cerebros y nos impulsa ha llevar a cabo nuestros pensamientos ocultos por el temor a nosotros mismos.
Benceno en la piel es una descarnada visión del festival literario de la semana negra de Gijón. Con este acto conmemorativo, se corona como buque insignia al evento, quién ahora dispone de una historia que la convierte en protagonista inmortal de su obra. El caos se apodera de Gijón cuando los visitantes y habitantes de la zona son obligados por el benceno corriente en la atmósfera a ser el monstruo que normalmente mantienen bajo la máscara social.
La narración fluye en un hilarante humor (negro, claro y necesario) y en un escenario de terror, a mi manera de ver, basado en el gore y el terror corporal.
Si algo debe llegar e invadir Gijón en la siguiente edición de la semana negra, esto es el benceno, el benceno en la piel, de Román. Tanto es así, que aquí podéis leer lo que está ocurriendo en la verdadera Gijón:
Segunda novela del autor, está vez exteriorizando el terrorífico mundo onírico que nos mostró en su primera obra, Intrusión. Personalmente, y conociendo a Román, creo que le saca menos partido a su estilo propio y poderío literario en esta ocasión debido a enfocarlo en una acción trepidante y empujona. Desde la primera página, el benceno te empuja violentamente hacia adelante, casi sin dejarte respirar. Miles de frases cortas, puntos, exclamaciones y descripciones escuetas de monstruos y barbaridades que te engullen y no te dejan apartar los ojos de la novela porque ya estás en el siguiente capítulo, la siguiente página, el primer epílogo. Yo, como lector, disfruto más de las conversaciones pausadas, atmósferas construidas despacio y llenas de matices, personajes profundos y evolucionantes, exploradores de su propia psique, la de los demás y un universo siempre misterioso e inquitetante. En este caso el señor Sanz nos da eso pero a prisas, a bordo de un fiero automóvil deportivo, veloz y sin volante. No hay tiempo para fotos si quieres sobrevivir al viaje.
En definitiva, Benceno en la piel es una obra de acción, comedia, gore y horror corporal. Todo ello en una amalgama de rol, realismo y frikismo. Imperdible, divertidísima, con personajes basados en gente real con las que he tenido al enorme placer de encontrarme y así juntar el personaje con el humano y viceversa. A parte de recomendar su lectura, recomiendo encarecidamente el encuentro con Román, Guillermo (prologuista y protagonista) y las demás actrices y actores de este festival literario rebosante de encanto.
[…] para darle las gracias el gran Román Sanz, amigazo y escritor de Intrusión, Benceno en la piel, De gigantes y hombres y centenares de relatos, quien me prestó esta genial novela que es Galaxia […]
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