Arte por todas partes

No hace falta inventar mil conceptos y dimensiones para demostrar que cualquier basura puede ser arte. Tampoco hay necesidad de engañar ni mentir ni cobrar en oro.

«Aunque tu no conectes con ello, ni significa que otros tampoco puedan hacerlo». Un gran pretexto para vender mierda y enriquecerse mientras artistas que se dedican a desarrollar su técnica, voz propia, métodos de transmisión de ideas, estructuras y demás siguen trabajando de camareros, recepcionistas, guardias y porteros.

Comparto con vosotras, mis queridas lectoras, un pequeño texto automático sobre el arte y unas cuantas fotos artísticas hechas en esta nueva aventura que vivo en el país del ceviche, Perú.

Parapente en Miraflores, Lima

Hay arte por todas partes. Puedes observar sin esforzarte mucho que hay pintadas en las paredes, niños que corren descalzos, perros que juegan y buscan un rincón privado para aparearse, gatos pidiendo comida, hombres de bigote plateado limpiando las botas de una bella mujer que quizá se prostituye noche sí noche no… hay arte, abundante, por todas partes. Un cartel afirma que se encuentran hombres trabajando; al lado, dos mujeres manteniendo limpio e parque. Gente humilde que pide dinero para dar de comer a sus hijos afirmando que mejor eso que robar, mejor eso que seguir pidiendo trabajo y escuchar un: ya te llamaremos al salir de la entrevista. Vendedores de caramelos que asaltan los coches en semáforos. Comida. Verdadera delicia de comida, olores intensos de fritanga variada por las calles; estrechas y sucias calles con pegatinas llenas de números de teléfonos. Masajes: whatsapp, alquilo apartamento, habitaciones para estudiantes, vendo opel corsa… Por todos los rincones; arte. Gente vociferando las rutas que hace su envejecido y maltratado autobús.

Autobús Limeño

Pegatinas del tiempo donde el comunismo decía hacer la revolución a base de bombas y asesinatos. Manchas de sangre con forma de corazón; noticias a todas horas de ladrones organizados. Taxis rosas, verdes, azules. Moto-taxis. Hay arte por todas partes y si no lo hay se monta. Exposiciones de cuadros en el parque Kennedy. Exhibiciones de parapente en la playa con señales de humo, poemas aéreos. Y el sol, sacándole color a la ciudad gris, como pintura en un lienzo. Gente cantando, tocando el arpa, el saxo, la gaita, flautas de todos los tipos, por tan solo unas monedas, lo que tengas suelto en ese bolsillo medio raído antes de que te las roben o las pierdas dentro de una máquina tragaperras… Belleza en forma de mujeres sentadas en banquetas decoradas. Enanas, vivas y guerreras comprando flores. Lectoras en parques verdes disfrutando de la soledad. Idiotas esforzándose en demasía en sacar un pequeño intento de risa… y yo, un humilde escritor, recitando poemas con el sombrero puesto, tocando la armónica, aunque sea mal acierto una de cada cuatro notas.

Parque Kennedy- Miraflores, Lima
Gente leyendo en Miraflores
Exposición de cuadros en Miraflores
Equilibrio en Barranco, Lima
Enana comprando flores en el Parque Kennedy, Lima
Belleza sentada en mosaico
Idiota y su gracioso ojo reseco

Hay arte por todas partes ¿lo puedes ver?

Arte por todas partes

6 comentarios en “Arte por todas partes

  1. Oh, sí. ¡Cuánta razón tienes! El arte nos rodea. Tanto mirar sin observar lo transforma en arte fantasma, en arte invisible y por eso doblemente hermoso. Está allí, justo rodeándonos, por todas partes en todas direcciones, en una esfera luminosa de paz y amor. Esperando con infinita paciencia que nos demos cuenta y lo gocemos.

    Todos los sentidos a nuestro alcance destilan chorros de talento y genio, las texturas, los olores, los sonidos, la luz que nos alcanza…

    Se abren puertas, corrientes, flujo… susurros que se moldean, suspiros que duelen de lo hermosos que son (inspirado en Miguel Hernández: «que por doler me duele hasta el aliento»).

    Solo hay que pararse un momento y extenderse. Ese es un momento de pura emoción. Un inocente destello que nos inunda en todos los sentidos.

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  2. Te revelaré el lugar donde el arte anida y crece: en el interior de unas células de la retina humana llamadas fotorreceptores (conos y bastones): a través de rutas moleculares que no han sido aún descritas por los científicos, el arte discurre por esa malla retiniana, excitándolas, despolarizándolas… y luego los entes artísticos convergen en las neuronas cerebrales y provocan el éxtasis en el lectoespectador.

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